La Ruta del Vino es la excusa perfecta para montarte en tu bicicleta y sumergirte en las entrañas de la zona con mayor tradición vitivinícola de España. Perderte en los profundos bosques de la sierra de la Demanda, dejarte sorprender por monasterios y santuarios milenarios o escaparte a echar un vistazo a las comunidades vecinas son algunas de las cosas que harás en esta interesante Colección.

El valle del Ebro y sus condiciones climatológicas particulares dan cobijo a las viñas y bodegas de la mayor denominación de origen de vinos de España: Rioja. Pero La Rioja es mucho más que vino. La Rioja es naturaleza en su más remota manifestación.

Cada rincón de esta Colección me ha emocionado. La visión infinita de los viñedos en el horizonte, los monasterios, santuarios, casonas, ermitas y pueblos rojos por la piedra arenisca. Las carreteras diminutas impensables que se pierden entre los bosques y valles de la sierra de la Demanda y, por último, los paisajes alaveses y navarros.

Durante cinco días recorrerás 415 kilómetros sin desperdicio que te llevarán por los parajes de las cuatro provincias de La Rioja, Burgos, Álava y Navarra que, aunque no te lo creas, tienen mucho en común. En el valle del Ebro conviven los viñedos riojanos y alaveses con los campos de cereales y huertos navarros. En la sierra de la Demanda se mezclan los inmensos bosques riojanos y burgaleses.

Durante los siglos, los pueblos que recorres han pasado por diferentes divisiones político-territoriales. Sin embargo, las comarcas no conocen de fronteras políticas. De este modo no te darás cuenta en qué momento has pasado de La Rioja a Burgos al adentrarte en la sierra de la Demanda, después de pasar Anguiano. Tampoco notarás ningún cambio al abandonar La Rioja por el valle del Ebro para adentrarte en Álava y Navarra.

La Ruta empieza y termina en Logroño, la capital de La Rioja. A esta ciudad puedes llegar en cualquier medio de transporte terrestre ya sea público o privado y, además, hay muchísimas opciones de alojamiento y gastronomía.

El recorrido te lleva por carreteras donde la última foto del ‘street view’ del coche de Google es de 2009. Son carreteras muy remotas que generalmente no cuentan con un buen asfalto. Es el precio que hay que pagar por perderse en las entrañas de un país. Por esto te recomiendo que antes del viaje hagas una revisión completa de tu bicicleta y lleves suficientes herramientas y repuestos en caso de alguna avería. También es muy recomendable llevar un kit de primeros auxilios que espero que no necesites y una batería extra para los aparatos electrónicos.

El invierno es duro en toda esta zona por lo que la mejor época para realizar esta aventura va desde mayo a octubre. El recorrido incluye algunos pasos de montaña que rozan los 1500 metros de altitud. Es por todo esto por lo que es recomendable llevar ropa acorde a las temperaturas de montaña. También te aconsejo que, en la segunda y tercera etapa, lleves suficiente agua y comida porque te adentrarás en un territorio con una densidad de población muy baja.

Al terminar esta aventura te garantizo que no serás la misma persona que la empezó. Los kilómetros y las largas horas en el sillín por estos territorios alimentarán tu espíritu aventurero y purgarán lo innecesario dentro de ti.