Nada es llano en tierras asturianas. Cada vez que he pretendido alcanzar alguno de sus rincones, a pie o en bicicleta, sus cuestas han puesto un alto precio a sus mejores vistas. En Asturias la pendiente pareciera hacer la gravedad más intensa. Sin embargo, todas las veces que he conquistado uno de esos ascensos la recompensa ha superado con creces el esfuerzo.

La comarca asturiana de la Montaña Central está compuesta por un grupo de concejos enclavados en la zona montañosa central meridional del principado, donde el verde tupido de prados y bosques es un tapiz tejido por la lluvia. Aquí nace el río Nalón, el más largo y caudaloso de Asturias y entre los profundos valles de esta comarca fluyen también los ríos Caudal, Morcín, Huerna, Pajares, Negro y Aller.

Esta región es un paraíso rural y natural. Aunque es una de las mejores comunicadas por carretera de todo el principado, su vida agraria no ha perdido un ápice de autenticidad. Junto con sus tesoros naturales, se ha convertido en un reclamo turístico para los que buscan una experiencia de inmersión en medio de la naturaleza y la cultura montañesa de estos profundos valles.

Con el objetivo de ofrecer una experiencia aún más inmersiva se desarrolló un recorrido que te permite adentrarte en sus entrañas y recorrer sus aldeas y bosques a golpe de pedal por las vías menos concurridas. Durante cinco etapas recorrerás 174 kilómetros con el reto de conquistar sus desniveles que te llevan a una colección de panorámicas llenas de laderas verdes salpicadas de caseríos e imponentes macizos de caliza que contrastan con el cielo azul. De subida en subida, al final habrás acumulado casi 6500 metros de desnivel que es un precio que, seguro, pagarás gustoso.

Casi todas las etapas terminan en algún pueblo o aldea donde existe la posibilidad de encontrar alojamiento, solo en la etapa cuatro se termina en Tiyera, un poblado que no tiene alojamiento conocido. Esta es la zona más rural del recorrido. Para esa noche podrías plantearte llevar material ligero de vivac.

La mejor época para realizar este recorrido es desde el final de la primavera hasta el inicio del otoño, que es cuando las temperaturas son más altas. Es importante que tengas en cuenta que Asturias es verde por la cantidad de días de precipitación de los que goza al año, más aún en la montaña. Por lo que te recomiendo que lleves siempre algo de ropa impermeable. Aunque planifiques con tiempo y en consonancia con las predicciones meteorológicas, el tiempo en las montañas siempre es imprevisible. Trae también algo de ropa de abrigo, el recorrido discurre por algunas cotas altas, incluso hasta 1600 metros de altitud, y ahí arriba podría hacer viento y frío.

Aunque el recorrido vaya por montañas, la mayor parte de los caminos son pistas asfaltadas, carreteras secundarias y pistas de gravilla. Apenas hay algunos kilómetros de senda. Yo te recomendaría usar una bicicleta de montaña rígida o una bici de gravel. Ten en cuenta el desarrollo, ya que en muchos casos la pendiente sobrepasa el 15 % de inclinación.

La Ruta empieza y termina en el Parque de Invierno de Oviedo, la capital del principado. El aparcamiento del parque se encuentra a solo dos kilómetros de las estaciones principales de tren y autobuses. Estas dos estaciones son los principales puntos de conexión por transporte público de la ciudad. Si te desplazas en tu vehículo particular puedes dejarlo en el parking del parque durante los cinco días que dura la aventura.

Espero que, como me ha pasado a mí, al final de cada cuesta encuentres ese tesoro asturiano en forma de prado lleno de vacas, vistas increíbles a los valles y picos o aldeas detenidas en el tiempo.