El País Vasco es un lugar fantástico para pedalear y comer. Admitámoslo, si te gusta el ciclismo, hay una buena posibilidad de que también te guste comer. ¿Qué mejor manera de combinar estas dos actividades de ocio complementarias?

Con esta Colección, atravesarás el País Vasco francés, una parte de Béarn y Chalosse. En cada región encontrarás una pequeña especialidad que te ayudará a reponer fuerzas. ¿No es hermosa la vida? Yo mismo hice las dos últimas etapas del viaje con medio kilo de queso de oveja en la maleta.

Te propongo este bucle de cuatro días para aprovechar al máximo los paisajes y las especialidades locales. Tendrás tiempo para comer y hacer algunas compras si quieres traer de vuelta a casa algunas delicias del viaje.

Se sale de Bayona por el río Nive. Aunque los primeros quince kilómetros puedan parecer monótonos, te permitirán coger fuerzas antes de adentrarte en el País Vasco francés, cuyas carreteras son a veces físicamente exigentes. Aprovecha las visitas a los pueblos como Itxassou para ver un partido de pelota vasca en el frontón del pueblo, mientras degustas mermelada de cereza negra. Cuidado, al contrario de lo que dice la gente, ¡la mermelada no se come con queso! De hecho, son los propios productores de la región quienes afirman que la mermelada de cerezas negras es para el queso malo.

Cada etapa tiene sus particularidades. El primer día, entre Bayona y Saint-Jean-Pied-de-Port, se atraviesa la carretera del Pas de Roland, un recorrido sublime por un desfiladero que bordea el Nive. Entre Saint-Jean-Pied-de-Port y Salies-de-Béarn disfrutarás de dos pequeños puertos de carretera que ofrecen vistas sublimes de las verdes montañas del País Vasco. Para los más golosos, hay un restaurante en la parte superior de cada uno de ellos. Entre Salies-de-Béarn y Dax, las carreteras ofrecen altura suficiente para admirar los Pirineos a lo lejos. Por último, entre Dax y Bayona puedes perderte por los bosques de Chalosse.

Para este viaje, te aconsejo utilizar una bicicleta gravel. La Ruta transcurre principalmente por carreteras, pero los tramos de senderos y pistas requieren una sección de neumáticos lo suficientemente ancha como para poder aventurarse con confianza.

En este recorrido circular abundan los pequeños productores y las tiendas que ofrecen especialidades. Como la región es bastante turística, hay buena oferta de campings en los que dormir.

Lo ideal es realizar esta Ruta entre primavera y otoño, cuando los campings están abiertos. El clima es suave todo el año, aunque el País Vasco francés tiene fama de lluvioso, por eso hay tanto verde en las laderas de las montañas. Teniendo esto en cuenta, prepárate para pedalear bajo la lluvia.

El viaje comienza en Bayona, accesible en TGV desde París, Burdeos y Hendaya (incluso en tren regional hasta Burdeos, lo que facilita el transporte de la bicicleta). Si dispones de poco tiempo, también puedes detenerte en Dax, que cuenta con estación de tren.