Una vez que controló las Tierras de Frontera por la cuenca del Jalón y avanzó al amparo de las Tres Taifas desde el valle del Jiloca a la sierra de Albarracín, el Cid reclutó en Cella a todo aquel que quisiera acometer la Conquista de Valencia bajo su mando. Desde allí, avanzó hasta Teruel donde hizo una pausa antes de emprender la cruzada levantina. Según el poema de gesta que cuenta las aventuras del caballero, el “Cantar de Mío Cid”, Teruel tributaba a Rodrigo a finales del siglo XI.

Actualmente esta ciudad, capital de provincia, es la cuna del mudéjar aragonés. Te propongo iniciar en Teruel una gesta de poco más de 200 kilómetros en cuatro etapas que te lleva a pedales por las vegas del Mijares y el Palancia, la meseta de Teruel, valles, bosques y huertos hasta la gloria de Valencia y entrar rodando triunfante desde las Torres de Serranos hasta la catedral.

La Taifa de Valencia era una de las más codiciadas por su riqueza entre musulmanes y cristianos. A finales del siglo XI, la presión de los almorávides que entraban desde África y, los cristianos desde el norte, fragmentó la unidad andalusí y sumió la zona en un conflicto que aprovechó Rodrigo para avanzar.

Por este recorrido ruedas tras los pasos del Cid por los pueblos que conquistó. Así, pasas por Jérica y Sagunto. Éste último ha sido un puerto milenario del Mediterráneo donde se asentaron numerosas culturas. Cuando los musulmanes llegaron, en el siglo VIII, Sagunto contaba ya en su interior con un teatro para 8000 espectadores y, al conquistarla Rodrigo, en el siglo XI, era una fortaleza consolidada en la que El Cid se estableció, al menos durante tres años.

El recorrido de esta Colección no es demasiado exigente. El camino es mayormente en descenso desde Teruel hasta el Mar Mediterráneo. Cada etapa termina en alguna localidad que te ofrece los servicios turísticos mínimos que te permiten viajar ligero y encontrar posada diariamente.

Para rodar tras los pasos del Cid camino a Valencia te recomiendo sin duda, la primavera y el otoño. Ambas son temporadas en las que las temperaturas son más templadas. Durante la mayor parte del camino ruedas por pistas de tierra o grava en buen estado así como por carreteras y caminos asfaltados. De este modo una bicicleta de gravel es tu montura ideal para la aventura.

No olvides llevar protector solar y escoger el vestuario de manera que puedas tener capas suficientes que te abriguen de las bajas temperaturas al inicio y final del día, así como ropa fresca para la subida del mercurio en las horas centrales.

La gesta empieza en el aparcamiento de la estación de tren de Teruel y termina en la estación de Xátiva en Valencia. Ambas capitales están bien conectadas por trenes o autobuses y, por supuesto, autovías. Una opción podría ser dejar el coche en el aparcamiento gratuito de la estación de Teruel y volver hasta allí en tren desde Valencia. Según entres a esta última reconocerás su riqueza plasmada en sus monumentos. Esta ciudad es para conquistarla con los sentidos, fotos para la vista y platos para el gusto.