El Vall de Tost es un lugar ideal para los amantes de la bicicleta, pues es una región montañosa con paisajes variados y un clima suave. Los visitantes pueden disfrutar de senderos, caminos y pistas de montaña y carreteras poco transitadas para todos los niveles. Aquí se celebran varias pruebas de MTB, carretera y orientación.

Este itinerario es muy interesante para iniciarte en el mundo del bikepacking o, si ya lo dominas, para disfrutar de un fin de semana rodeado de prados, bosques y valles a un ritmo tranquilo.

Para mi, una de los grandes atractivos del bikepacking es la flexibilidad que te da a la hora de lanzarte a la aventura: la capacidad de improvisar el recorrido o de poder variar la planificación del día en función de lo que te encuentres —tramos más difíciles de lo que habías previsto que te llevan más tiempo—, de cómo te encuentres —hoy te apetece menos pedalear y más disfrutar de la naturaleza, por ejemplo— o de a quién te encuentres —pasas por un pueblo, entras en el bar y entablas conversaciones con los lugareños que recordarás con cariño años después—.
Así, como llevas todo lo necesario sobre tu bici, puedes decidir parar a cenar y a dormir donde quieras —dentro de las limitaciones legales del territorio, claro— y tomarte el viaje de una manera mucho más relajada a cómo lo haces viajando sin equipaje, donde tienes siempre en mente la necesidad de llegar ese día hasta el destino previsto.

Aunque esta Ruta se suele completar en una sola jornada, dado el nivel de exigencia física que suponen los 1820 metros de desnivel acumulado, te propongo dividirla en dos etapas.
He seleccionado el pueblito de Torà de Tost como punto intermedio donde pernoctar porque allí puedes encontrar gente, agua e incluso hospedaje —hay un fantástico alojamiento rural que puedes alquilar—. También está comunicado por carretera, por lo que si necesitases terminar antes, es un buen punto desde el que hacerlo a través de la carretera de Tost, que te llevaría hasta els Hostalets de Tost, por donde pasa la carretera C-14 camino a la Seu d’Urgell.

La mejor época para visitar la zona es en verano, pues los días son más largos y no suele hacer demasiado calor. En cualquier caso, consulta siempre el parte meteorológico para evitar tormentas o altas temperaturas.

En cuanto a la bicicleta, te recomiendo hacer la Ruta con una MTB frente a una gravel. Hay varios tramos técnicos donde seguramente tengas que empujar un poquito. Tendrás más posibilidades de salvarlos con neumáticos anchos, buena relación de transmisión y la ayuda de la suspensión.

Por último, la Seu d’Urgell está bien comunicada por carretera. Puedes llegar en tu coche o en autobús desde Lleida y otras capitales de provincia. La estación de tren más cercana es la de Puigcerdà, que está a 38 km de distancia.

Tanto si es tu primera aventura bikepacking como si acumulas experiencia al respecto: disfruta del Vall de Tost, de su peculiar clima seco y de su topografía escarpada que te regala tantas maravillosas panorámicas durante el pedaleo.