Ampurias es un crisol de culturas y paisajes. En el territorio que abarca la fértil llanura entre la costa mediterránea y las estribaciones pirenaicas de la Garrotxa y la Albera, dejaron su huella los íberos, griegos, romanos, cristianos y musulmanes. En el 575 a. C., colonos griegos fundaron un puerto comercial en la costa mediterránea. Los íberos, ignorantes de la navegación y proclives al comercio, dieron la bienvenida a los mercantes helenos que carecían de ambición colonizadora. De esta forma nació la ciudad grecorromana de Emporion o Emporiae, que significa literalmente mercado o puerto de comercio.

Esta asociación comercial prosperó por siglos hasta la Alta Edad Media, cuando se estableció el condado de Ampurias. El sistema feudal y las luchas territoriales entre moros y cristianos recompusieron el paisaje humano y la llanura ampurdanesa se llenó de castillos, torres y murallas que dominaron las extensas tierras de cultivo y la costa.

Pirinexus es una amalgama de vías verdes, caminos y carreteras que rodea el actual Ampurdán y te lleva por sus paisajes y monumentos más significativos. Te invito a recorrer a pedales unos 350 kilómetros entre bosques y vastos campos de cultivo que conectan pueblos repletos de encanto medieval.

He dividido la aventura en siete etapas que te permiten saborear cada golpe de pedal y detenerte en cada rincón especial. La Ruta es circular y la puedes iniciar en cualquier punto del recorrido que te convenga. Yo he escogido arrancar en Girona por ser una ciudad que está muy bien conectada por tren, autobús y carretera con el resto de España.

El recorrido circula en sentido horario y sale de Girona por la vía verde del Carrilet en dirección norte para adentrarse en las montañas de La Garrotxa y, desde ahí, pasar a Francia. Por tierras galas continúas por magníficas vías verdes en dirección este hasta pasar a La Jonquera a través de La Albera. Desde aquí, pedaleas en dirección sur por la llanura ampurdanesa hacia la costa, donde te esperan las ruinas de la ciudad grecorromana de Ampurias. Tras un breve paseo marítimo, bordeas el macizo de Montgrí y Les Gavarres para adentrarte de nuevo en la zona agrícola de la región y regresar a Girona.

El itinerario tiene una enorme riqueza paisajística natural que abarca las verdes sierras, la jugosa llanura del Empordà regada por los ríos Ter y Fluviá y la turística costa salpicada de calas y playas. El paisaje humano no se queda atrás y te obsequia con castillos, puentes, murallas, campos cultivados, acueductos y las antiguas estaciones ferroviarias por las vías verdes.

Sin duda, la mejor época para pedalear por el Empordà es la primavera y el otoño. Esas son las estaciones con temperaturas más suaves. El termómetro no baja demasiado en invierno, pero en las montañas francesas podría hacer mucho frío y el calor del verano atrae muchísimos turistas a las zonas de la costa.

Todos los pueblos de paso cuentan con servicios de hospedaje y restauración más que suficientes para viajar ligero. Sin embargo, es prudente que lleves algunos repuestos de mecánica ligera por si surgiera alguna avería.

La Ruta transcurre por vías verdes, pistas, caminos, calles y carreteras en muy buen estado. Esto facilita la elección de la bicicleta, ya que cualquier montura es capaz de llevarte a terminar esta aventura con garantías. La mayoría de las etapas son prácticamente llanas, por lo que no se requiere un estado de forma alto. Sin embargo, debes tener en cuenta que para pedalear siete días seguidos hay que tener un mínimo de experiencia.

Espero que disfrutes de la maravilla de pedalear por Ampurias.