Si alguna vez soñaste con pedalear por sendas en el paisaje rojizo y árido de Marte, Lanzarote puede hacer tus sueños realidad. Pedales de lava es una propuesta de circunvalación en bicicleta de montaña en esta isla volcánica atlántica y en su pequeña vecina, La Graciosa.

El recorrido de esta Ruta es el equivalente ciclista a ojear un álbum de postales surrealistas con desiertos multicolores y acantilados de piedra pómez con vistas al mar. Solo que, en vez de pasar páginas, pedaleas de panorámica en panorámica sobre sendas de apariencia extraterrestre.

En el siglo XVIII, una gran actividad volcánica vertió sobre la isla las entrañas de la tierra y le dio su apariencia actual. Su paisaje es una paleta de tonos tierra y piedra marrón, roja y amarilla que se mezclan en infinitas combinaciones. Sus formas, afiladas y alisadas, contrastan con el profundo azul del mar y el cielo.

En esta travesía te esperan casi 250 kilómetros por casi todos los tipos de caminos existentes: carreteras, calles, carriles bici, pistas y, sobre todo, sendas de todas las formas y colores. Estos singletrack pueden ser arenosos, rocosos, empinados, llanos, rectilíneos, ondulados o revirados, pero siempre impresionantes y divertidos. En esta Colección te invito a disfrutar de cinco etapas pedaleando entre los impresionantes volcanes de la isla, especialmente los del parque nacional de Timanfaya, los vertiginosos acantilados del risco de Famara y numerosos caminos donde la lava se enfrió en las aguas del atlántico.

Aunque el desnivel del trayecto no es destacable, sí lo es la dificultad para avanzar que presenta el terreno en algunas ocasiones. Por otro lado, aunque apenas hay descensos empinados, sí ruedas por tramos expuestos donde es prudente extremar las precauciones. Debido a la variedad de los tipos de superficie, lo mejor es realizar esta Ruta con una bicicleta de doble suspensión que cuente con tija telescópica. Aprovecha además para estrenar neumáticos, ya que el suelo áspero de Lanzarote es muy exigente con las gomas.

En esta aventura puedes rodar ligero de equipaje, puesto que la isla cuenta con sobrados núcleos urbanos donde dispones de todos los servicios turísticos imaginables. Eso sí, haz espacio para el bañador, puesto que la isla está llena de playas paradisíacas. Ten en cuenta también que al final de la primera etapa debes tomar un ferry para desplazarte a La Graciosa y, al terminar la segunda, otro para volver a Lanzarote. Cada jornada termina en alguna población con todos los servicios de alojamiento y restauración deseables, lo que es ideal para aprovechar la deliciosa gastronomía canaria.

Aunque el archipiélago cuenta con un clima tropical, en invierno podría hacer un poco de fresco y en verano, más calor del deseable. En todo caso, las únicas temporadas que es preferible evitar para rodar entre volcanes son las de mucho viento (primavera-verano) o los días que pueda haber calima. Lo que sí es fundamental es el protector solar: en Lanzarote el sol no da tregua y en el recorrido no hay sombras para protegerse.

Para desplazarte a Puerto del Carmen, donde empieza la travesía, puedes volar o navegar. La isla cuenta con buena frecuencia de vuelos desde muchas ciudades del continente y con un ferry desde Cádiz. Si optas por volar, cuando vayas en el avión, de vuelta a casa, aprovecha para repasar desde el aire los rincones del paisaje desértico de esta isla atlántica por la que rodaste entre volcanes.