Si te gusta el queso artesanal, las largas caminatas bajo el denso follaje de los hayedos, las vistas desde las crestas de las montañas, la historia industrial y rural y los pueblos con encanto y tradición, la Ruta del queso Idiazabal te va a enamorar.

El GR 283 es una combinación de senderos tradicionales guipuzcoanos, que usa todas las fases de producción del queso como hilo conductor y excusa perfecta para perderte a pie por los espectaculares paisajes de montaña de los parques naturales de Aralar y Aizkorri-Aratz y las estructuras antrópicas que se esconden en los rincones de este territorio y representan, a su vez, diferentes eras de la historia humana.

En el camino no solo vas a poder conocer de primera mano el proceso de elaboración del famoso queso de la oveja lacha y degustarlo en las queserías y el museo del queso de Idiazabal. Si no que, además, vas a recorrer los caminos, prados y cabañas donde los pastores y ovejas siguen las costumbres ancestrales que dan a este manjar lácteo su sabor de fama mundial.

Por otra parte, el camino en sí mismo es razón de sobra para lanzarse a andar por las montañas de Guipúzcoa: El GR 283 recorre unos 100 kilómetros de sendas, senderos, veredas, pistas y muy poco asfalto por paisajes de ensueño entre los que te encuentras dólmenes, pueblos donde el tiempo parece haberse detenido, antiguas fraguas, santuarios y pequeñas zonas industriales. El trazado te sumerge en la cultura vasca, sus tradiciones y su gastronomía.

La Colección te propone seis etapas muy bien repartidas y equilibradas, tanto en distancia como en desnivel positivo. Todas ellas con opciones de alojamiento al final de la jornada. El recorrido circular empieza en el aparcamiento del puerto de Lizarrusti, justo al lado del centro de interpretación del parque natural de Aralar. Este es el punto ideal para dejar tu vehículo durante los seis días que dura la travesía. En el camino te encuentras una buena variedad de localidades con servicios de restauración ideales para senderistas, por lo que viajar ligero no será un problema.

A pesar del espíritu montañero de esta aventura, el trazado no representa ninguna dificultad técnica que requiera de mucha experiencia o equipo especial. Si estás acostumbrado a caminar por el monte, tienes un buen calzado, bastones y una mochila, podrás disfrutar a tope de esta caminata. Eso sí, lleva siempre un chubasquero. Las precipitaciones en las montañas vascas están a la orden del día.

Puedes iniciar esta aventura desde mediados de primavera hasta mediados de otoño. Los bosques de hoja caduca reverdecen hasta el verano y en otoño visten sus mejores galas. El verano es muy agradable bajo el tupido follaje. En invierno, a pesar de que las cotas no son muy altas, suele nevar y hacer frío.

En primavera se hace un festival del queso Idiazabal en el mercado tradicional de Ordizia, aun así, puedes disfrutar del queso, la sidra, las verduras y demás delicias gastronómicas en cualquier época. Disfruta de la Ruta del queso.