Inmensos castañares, pinares, encinares y alcornocales. Ríos y arroyos que fluyen plácidos, gargantas ruidosas y embalses cristalinos. Fértiles valles y bucólicas praderas salpicadas de olivares e higueras. Altos picos y laderas graníticas dominadas por la cabra hispánica. Cielos azules surcados por águilas imperiales, buitres y cigüeñas negras. Castillos y puentes de piedra. Esta lista interminable, como el inventario patrimonial de un imperio, se encuentra en la sierra de Gredos, el corazón del sistema Central al sur de la provincia de Ávila.

Con sus 2592 metros de altitud, el pico Almanzor corona esta cordillera —compuesta por las sierras de Ayllón, Guadarrama, Gredos y Estrella, en Portugal— que se yergue entre las mesetas sur y norte de la península ibérica y separa las cuencas del Duero y del Tajo. La sierra de Gredos se ubica entre Madrid, Castilla-La Mancha, Extremadura y Castilla y León. Aunque es una desconocida para el gran público, sus montañas son muy apreciadas entre los amantes de los deportes al aire libre. La variedad de escenarios es ideal para la práctica de mountain bike, senderismo, escalada, barranquismo y alpinismo. Tanto es así que, reconocidos himalayistas como el abulense Carlos Soria entrenan en Gredos para sus grandes expediciones.

Desde San Martín de Valdeiglesias, por el valle del Tiétar, hasta Hoyos del Espino y vuelta por el valle del Alberche, te propongo una travesía de cuatro etapas, casi 225 kilómetros y cerca de 4000 metros de ascenso por las joyas paisajísticas y culturales de esta maravillosa sierra. El recorrido es de puro mountain bike por una serie de sendas, pistas y pocas carreteras que conectan los castillos de la Coracera, La Adrada y Mombeltrán, así como preciosos pueblos de montaña enclavados en las laderas.

Esta aventura es ideal para una bicicleta ligera de doble suspensión, ruedas de 29 pulgadas y tija telescópica. Aunque no incluye ningún descenso técnico o empinado, sí ruedas por varios tramos de singletrack, muchas veces poco transitados, en los que no te viene mal una ayuda extra por parte de tu montura. Recuerda hacer un mantenimiento preventivo antes de arrancar, recarga líquido antipinchazos y revisa las pastillas de freno y la cadena.

San Martín de Valdeiglesias es una localidad de Madrid muy bien conectada por autobús y carretera. Si decides venir en tu coche particular, lo puedes dejar estacionado en los alrededores del pueblo o cerca del polideportivo.

No es necesario mucho equipaje para circunnavegar Gredos. En cada jornada pasas por varios pueblos donde puedes encontrar casi todo lo que necesitas y hacer pausas turísticas en las que degustar un aperitivo o alguna especialidad de la zona. La gastronomía está nutrida por productos locales de altísima calidad, así que no dejes escapar la oportunidad. Además, las etapas terminan en poblaciones donde cuentas con todos los servicios. Sí es importante que lleves agua y comida de sobra a modo de precaución, así como prendas de abrigo para las horas más frías y un chubasquero por si acaso.

El invierno es suave en los valles del Tiétar y el Alberche. Sin embargo, en las zonas altas puede hacer bastante frío, así que lo ideal es que esta aventura a pedales la realices en primavera u otoño. En estas estaciones las temperaturas son más templadas y los colores, alucinantes. El verano también es asequible, aunque todo está algo más seco y el calor aprieta en los valles.

Después de esta aventura, tu percepción del sistema Central no será la misma. Seguramente quieras repetir. ¡Disfruta de Gredos y sus paisajes!