Para nuestra luna de miel, mi pareja y yo teníamos claro que debíamos hacer algo especial. Beber cócteles en una tumbona de una playa paradisíaca no nos parecía lo suficientemente emocionante; realizar una travesía entre los picos más altos de la Tierra, ¡mucho más!

Busques donde busques, Nepal siempre está en los primeros puestos de países con las rutas de senderismo más impresionantes del mundo. En pocos lugares puede uno caminar por bosques tropicales mientras divisa colosos como el monte Everest o el macizo del Annapurna. La extraordinaria diversidad de paisajes de Nepal, unida a una fascinante riqueza de culturas, etnias y religiones de las gentes que habitan esta región, fueron razón suficiente para decidirnos por este país.

Por supuesto, existe una gran cantidad de recorridos en el Himalaya nepalí en los que varía mucho la duración, la dificultad y la localización. Nosotros nos decantamos por el Área de Conservación del Annapurna, la mayor zona protegida de Nepal. Aquí se encuentran elevaciones que van desde los 1000 a los 8000 metros, lo que se traduce en una sorprendente gama de climas, paisajes, flora y fauna. Como su nombre indica, aquí se halla el macizo del Annapurna, donde se encuentra el Annapurna I, la décima montaña más alta del mundo, así como otros picos que rozan o superan los 7000 metros. Entre ellos destaca el Machhapuchhre, no solo por su bonita forma de cola de pez, sino por ser una montaña sagrada que jamás nadie ha ascendido.

A la hora de elegir una ruta en concreto, decidimos combinar uno de los recorridos más emblemáticos con otro más desconocido. El primero se trata del Annapurna Base Camp, muchas veces conocido simplemente como “ABC” y, el segundo, el Mardi Himal. Ambos te elevan a más de 4000 metros de altura para alcanzar los campamentos base, desde donde los escaladores se lanzan a la conquista de sus respectivas cimas.

Además de vistas sobrecogedoras de las montañas, estas rutas atraviesan frondosas selvas repletas de pájaros maravillosos, densos bosques de bambú y rododendro, altísimas cascadas y valles glaciares. A tu paso también descubrirás templos, puentes colgantes e infinitos tramos de serpenteantes escaleras que conectan pequeños pueblos de montaña. En estas aldeas encontrarás diversas casas de huéspedes donde te espera una cena caliente y una cama al final de la jornada. Gracias a estos albergues, no es necesario traer tienda de campaña ni enseres para cocinar. El precio del alojamiento y las comidas es muy económico y tu espalda te agradecerá cargar con una mochila más ligera.

En esta Colección te presento el itinerario combinado de estas dos rutas, dividido en diez etapas. Por supuesto, puedes adaptarlo a tu gusto para hacerlo en menos o más días. No hay grandes dificultades técnicas a excepción de algún tramo expuesto o secciones que pueden estar cubiertas de hielo y nieve, según el mes del año. Debes tener en cuenta que a partir de los 2500 metros, el mal de altura puede afectar a cualquier senderista. Infórmate bien sobre sus síntomas, hidrátate bien, tómate tu tiempo en aclimatarte y, sobre todo, escucha bien a tu cuerpo. Si te sientes mal, lo mejor es descender rápidamente. No recomendaría este itinerario a personas que sufran de vértigo, pues hay que cruzar varios largos puentes colgantes y recorrer estrechas sendas con grandes caídas a los lados.

Primavera y otoño son las mejores estaciones para realizar este recorrido. Las temperaturas son más suaves y el cielo suele estar despejado. Abril y octubre son los meses más populares pues, en general, gozan de las mejores condiciones. Por ello también concentran a muchos más senderistas en los caminos. En invierno las temperaturas son muy bajas y, en verano, las lluvias del monzón hacen que el senderismo sea prácticamente impracticable. Yo realicé esta travesía en el mes de mayo y, aunque llovió a menudo por la tarde, las mañanas eran claras y los senderos muy poco concurridos.

En las cotas más altas, por la noche, las temperaturas bajan precipitadamente sin importar qué estación sea. Trae ropa de abrigo, chubasquero y, si no te importa el peso adicional, un saco de dormir: es un lujo que agradecerás. Es fácil que encuentres nieve y hielo a medida que te acercas a los campamentos base, así que puede que precises bastones de trekking y crampones. También necesitarás un filtro de agua o pastillas potabilizadoras. No es necesario que cargues con varias botellas, pues hay diversas fuentes y cascadas, pero debes tratar el agua antes de beberla. No hay cajeros automáticos, así que trae todo el dinero que vayas a necesitar en efectivo.

El punto de partida para el recorrido de Mardi Himal es el pueblo de Kande. Aquí puedes llegar en bus o taxi desde Pokhara en apenas una hora. Esa primera Ruta finaliza en Landruk, desde donde comienza el camino al Annapurna Base Camp. Esta finaliza en la estación de jeeps situada justo tras cruzar el puente colgante de Jinu Dhanda. Los jeeps te llevarán de vuelta a Pokhara en unas dos horas.

Las vistas del Himalaya nepalí con sus cimas nevadas sobre exuberantes bosques tropicales y sus infinitas escaleras que acercan a sonrientes lugareños, valientes burros y exhaustos senderistas al techo del mundo, se han quedado para siempre grabados en mi retina. Espero que tú también cumplas el sueño de poder pisar estos increíbles caminos.