El Teide, con sus 3715 metros de altitud, reina sobre los picos españoles. Como buen monarca, viste todo el año sus mejores galas. La Corona Forestal de Tenerife es una joya verde que se extiende alrededor de la isla entre los 300 y los 2718 metros de altitud, entre el mar y las alturas.

Su diseño es una obra maestra de la orfebrería natural. Sus gemas son el precioso bosque siempre verde de laurisilva, una inmensa masa de pino canario y las grandes extensiones de fayal-brezal y otros matorrales. Su base es de piedras volcánicas de intensos colores rojos, negros, ocres y grises con formas forjadas en la fragua de las entrañas de la tierra. Su brillo le viene de la humedad que traen los vientos alisios y que se condensa en un increíble mar de nubes que la hace reverdecer.

La Ruta Forestal del Norte de Tenerife es un recorrido de unos 85 kilómetros y más de 2300 metros de desnivel positivo que transcurre por la pista BC-1, especialmente señalizada para ciclistas y senderistas. El itinerario te lleva entre los 1000 y los casi 1700 metros de altitud bajo el manto verde del bosque que, en ocasiones, se abre y te revela preciosas vistas a los fértiles valles aledaños al mar o te deja contemplar la inmensidad desnuda del Teide. Cualquier ciclista experto podría recorrer esta Ruta en un solo día y hacer una muesca más en su cuenta de hazañas. Yo te propongo dividirla en dos etapas que te permitan disfrutar de cada rincón, sin prisas, para grabarlo en la memoria.

El recorrido arranca en la zona de acampada de Las Raíces y termina en el parking de la zona de acampada de Chío, en la carretera TF-38. La pista pasa por otras zonas de acampada intermedias, así que puedes escoger el formato de tu aventura. Eso sí, te recomiendo planificar y reservar con antelación. He diseñado las etapas para que sean similares en cuanto a distancia y desnivel, de este modo, puedes apartarte un poco de la Ruta en Benijos, donde hay varias opciones de alojamiento y restauración. Ten en cuenta que ninguna de las dos áreas recreativas cuenta con transporte público, por lo que la mejor opción es acordar un coche de apoyo.

Esta aventura es impresionante durante todo el año. Las temperaturas templadas de la isla son una ventaja respecto a latitudes más alejadas del ecuador. Sin embargo, debes saber que los días de lluvia son más incómodos. De todos modos, es fundamental que lleves un chubasquero en cualquier temporada, pues este bosque se mantiene verde precisamente por las constantes precipitaciones. Aunque se trata de una aventura corta en la que puedes viajar muy ligero, sí te recomiendo que lleves bebida y comida suficiente para cada día.

La pista BC-1 no tiene prácticamente dificultades técnicas ni descensos empinados, por esto la puedes recorrer con una bicicleta de montaña rígida. Incluso podrías pedalear con una bicicleta de gravel. Eso sí, trae unos buenos neumáticos porque el terreno volcánico es muy abrasivo.

Según te acercas al final, el bosque desaparece y la vista del Teide te recibe como una medalla conmemorativa que se fija para siempre en tu colección de recuerdos. Al final del recorrido, la Corona Forestal de Tenerife reinará para siempre en tu corazón.