Hay pocas zonas en el mundo donde se concentren muchas personas que superen los 100 años de edad. Uno de los lugares más famosos al respecto es la isla japonesa de Okinawa. Lo que no mucha gente sabe es que el segundo lugar en la lista es el Cilento, en Italia. Esta región es tan singular que ha sido objeto de estudio por parte de muchas universidades italianas y extranjeras.

Esta región geográfica está situada en la parte central y meridional de la provincia de Salerno. El nombre Cilento deriva del latín "cis-alentum" y significa "a este lado del río Alento", indicando probablemente los territorios situados al norte de dicho río. Aquí es donde voy a llevarte con esta Colección de cuatro días y 192 kilómetros.

Desde la estación de Vallo della Lucania-Castelnuovo, fácilmente accesible en tren, emprenderás un viaje en el que descubrirás paisajes únicos, sabores extraordinarios y la hospitalidad de un pueblo profundamente apegado a su tierra. Prepárate para sudar la gota gorda en las subidas mientras disfrutas de las impresionantes vistas del mar azul, de las montañas verdes y grises y de los tejados rojos de los pueblos encaramados en las laderas.

Durante las primeras etapas de este itinerario, explorarás la zona a los pies del Monte Stella, a menudo llamada Cilento Antico (Antiguo Cilento) y más conocida como la cuna de la dieta mediterránea. Considerada uno de los elementos fundamentales para una vida larga y sana, la dieta mediterránea ha sido reconocida como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la UNESCO y la ciudad de Pollica es su guardiana. Fue en Pioppi, una aldea de Pollica, donde los nutricionistas Ancel y Margaret Keys se instalaron en los años sesenta. Procedentes de Estados Unidos, se trasladaron aquí para comprender por qué los habitantes del Cilento gozaban de una excelente salud en la vejez. Quizá no sea casualidad que Ancel viviera hasta los 100 años.

La variedad de la zona hace que este itinerario sea sorprendente y exigente. He dividido las etapas de tal forma que puedas hacer frente a la altitud diaria, incluso con poco entrenamiento. Sin embargo, te recomiendo contar con una buena forma física para poder disfrutar más de la experiencia.

Vas a pedalear enteramente por asfalto a lo largo de carreteras secundarias con poco tráfico, pasando entre cultivos en bancales de muros de piedra seca, olivos centenarios, higueras, alcaparras y muchos aromas del maquis mediterráneo.

Puedes realizar este recorrido en cualquier época del año. Te recomiendo la primavera y el otoño, cuando las temperaturas son suaves y la zona costera no está masificada por veraneantes. Son zonas en las que la vida sigue fluyendo a un ritmo pausado, quizá también por eso sus habitantes viven más años. Los domingos y las horas centrales del día, las tiendas de comestibles y supermercados de los pequeños pueblos cierran sus puertas, por lo que conviene planificar las comidas con antelación. Es fácil encontrar B&B o pensiones familiares para pasar la noche. Comprueba siempre la disponibilidad con antelación.

Este es un recorrido también para tus sentidos. Te recomiendo probar la comida local y detenerte en las pequeñas plazas de los pueblos para hablar con los ancianos del lugar. Son experiencias para el alma que te ayudarán a vivir una vida larga y saludable.