La Vía del Volto Santo es una histórica variante montañosa de la Vía Francígena, que conduce desde Pontremoli hasta Lucca, pasando por el interior de Lunigiana y Garfagnana. Además de ser un punto de paso de la Vía Francígena, Lucca representa un destino de peregrinación muy importante por la devoción al Volto Santo, el crucifijo de madera que la leyenda define como una imagen acheropita. Esta pieza, de la que se dice que no fue realizada por mano humana, sino que "apareció" por intervención divina, se expone hoy en la catedral de San Martino de Lucca.

La Vía del Volto Santo es un laberinto de caminos que recorrían cientos de peregrinos y mercaderes. La Ruta conectaba Lucca con las Tierras de los Apeninos para evitar los grandes peligros de las vías costeras, como las incursiones de los piratas y el ambiente insalubre de las zonas pantanosas.

Hoy este itinerario puede seguirse a pie o en bicicleta y permite explorar pueblos de inmenso valor histórico y cultural, entre castillos, puertos y bonitos senderos. En esta Colección te propongo un espectacular recorrido de 180 kilómetros y unos 4200 metros de desnivel para descubrir Lunigiana y Garfagnana, desde Pontremoli hasta Lucca.

Empieza por el corazón de Lunigiana, Pontremoli, a donde se puede llegar fácilmente en tren. La Colección está dividida en tres etapas, pero puedes decidir cubrir solo una parte o reprogramar el recorrido eligiendo las etapas en función de tus gustos y tus ganas de explorar la región. Una vez en Lucca, podrás volver en transporte público. La Ruta, de hecho, termina justo enfrente de la estación de ferrocarril.

Este recorrido te permitirá acercarte a algunos pueblos muy interesantes como Monti Licciana, Ceretoli, San Romano in Garfagnana o Borgo a Mezzano con su Ponte del Diavolo (puente del Diablo). Al mismo tiempo, no olvides detenerte a admirar los numerosos castillos que encontrarás en el camino: en Fivizzano, Bagnone, la fortaleza de Verrucole o el castillo de Castelnuovo.

La Via del Volto Santo se puede recorrer en MTB, pero no exclusivamente: las dos únicas cosas que hay que recordar son tener frenos que funcionen bien y cubiertas anchas para los caminos de tierra. De un total de 180 kilómetros, sólo un tercio de la ruta transcurre por senderos, single tracks o pistas de tierra, lo que la hace bastante suave desde el punto de vista de dificultad técnica.

No faltan puntos donde recargar agua, pues pasas por pueblos grandes y pequeñas aldeas. También hay muchas opciones de alojamiento, tanto para montar la tienda en plena naturaleza como B&B y agroturismos, que saciarán tu hambre y te proporcionarán un buen descanso entre etapas.

Hablando de platos típicos, en Lunigiana no te pierdas los testaroli, la torta d'Erbi y los panigacci; en Garfagnana te recomiendo la sopa de espelta, el neccio o la crisciolette, así como numerosos tipos de embutidos y quesos únicos que te ayudarán a recuperar energías y completar la Via del Volto Santo.

Lánzate a la aventura por la Via del Volto Santo y viaja desde Pontremoli hasta Lucca.