Imagina caminar por senderos sinuosos rodeados de exuberantes bosques que dejan pasar el suave murmullo del viento entre las hojas de los árboles. Imponentes cañones se abren ante ti para mostrarte el poder de la acción del agua y del viento a lo largo de los años. Los ríos que discurren en su interior presumen de sus mejores curvas y meandros. Embalses de un azul profundo, asombrosas obras de ingeniería perfectamente integradas en la naturaleza, escenarios de pizarra y granito, pueblos de piedra, preciosos miradores y una playa de arena fina. Y todo esto sin salir de la Comunidad de Madrid.

En esta Colección te presento tres Rutas que siguen la senda del Genaro o GR 300 —con ligeras modificaciones—, cuyo objetivo principal es unir los pueblos que rodean el gran embalse de El Atazar. Este se convierte en el denominador común de la aventura, pues todas las etapas bordean los alrededores o incluso pisan sus orillas. Además, en este recorrido tienes la oportunidad de conocer los afluentes del embalse más grande de la provincia. El río más importante es el Lozoya —el principal abastecedor de agua de Madrid —, que a su vez es afluente del Jarama y éste del Tajo.

Este itinerario se desarrolla en la comarca de la Sierra Norte de Madrid y hace alarde de una gran diversidad de ecosistemas, así como de sus valores etnográficos. Los pueblos por los que pasa el recorrido fueron testigo de la ocupación árabe de la península, aún visible en algunas construcciones y topónimos. Tras la reconquista cristiana, los habitantes desarrollaron labores ganaderas y agrícolas hasta el siglo XX, momento en el que se construyó el embalse de El Atazar y pudieron dedicarse también a la pesca y al comercio. A día de hoy es un importante foco turístico, por lo que la hostelería y el sector hotelero son un gran impulso para la economía de la zona.

La Ruta tiene casi 60 kilómetros distribuidos en tres etapas que van desde los 15 hasta los 27 kilómetros. Por este motivo, está pensada para personas que estén en forma y que cuenten con cierta experiencia en caminatas de varios días. El terreno incluye muchos tramos sencillos por pista y algunos senderos más empinados, pero asequibles.

Aunque normalmente el GR 300 empieza en El Berrueco, he decidido comenzar en Patones por motivos de alojamiento. La parte sur del pueblo, Patones de Abajo, es accesible en coche y en transporte público. Si vienes desde Madrid, dirígete al intercambiador de plaza Castilla para tomar el autobús 197. Las paradas varían en función de la hora, así que puede que tengas que hacer transbordo en Torrelaguna y tomar las líneas 197A o 913.

Todas las etapas acaban en lugares que ofrecen servicios de alojamiento y restaurante. Además, en la segunda y en la tercera jornada pasas por pueblos en los que puedes repostar. Sin embargo, siempre es recomendable cargar con agua de sobra y algunos aperitivos. Lleva los bastones de trekking para ayudarte en los tramos de mayor desnivel, y si hace calor, ¡no olvides el bañador! Por último, reserva las pernoctaciones con antelación para evitar imprevistos.

La mejor época para realizar esta circular es en primavera o en otoño, cuando las temperaturas son más agradables y los colores del paisaje están elevados a su máximo exponente. En verano el calor es demasiado intenso y en invierno podrías encontrar senderos embarrados y zonas nevadas. En cualquier caso, te recomiendo consultar la predicción meteorológica antes de empezar.

Disfruta de la tierra de los ríos y los embalses, de los barrancos, los bosques y los pueblos. ¡Feliz aventura!