En 2016 visité La Rioja en MTB por primera vez, por compromiso y sin ganas. Desde entonces vuelvo al menos dos veces al año. Las sendas esculpidas en la roca de las laderas agrestes del valle del Río Alhama me abrieron los ojos a un destino de primer nivel para la bici de montaña.

Pensé que las infinitas líneas de montañas que se veían desde las crestas tendrían algo más. Las exploraciones posteriores lo confirmaron: sendas estrechas, vistas espectaculares y mucho flow. Los tramos del GR 93 eran de los mejores.

En 2019 me invitaron al valle del Leza, recorrí sus bosques y barrancos alpinos por sendas antiguas recuperadas para el mountain bike. El GR 93 volvió a presentarse en los mejores tramos y me propuse conocerlo más.

Este sendero de gran recorrido cruza los valles y sierras del sur riojano por sendas y caminos durante 189 kilómetros. Su trazado enlaza 26 pueblos y algún despoblado con historia centenaria como villas de realengo, señoríos y solares nobiliarios que prosperaron gracias al auge de la trashumancia y la industria textil lanar que llegó a contar con 200 000 ovejas en su apogeo.

El sendero Sierras de La Rioja, su nombre oficial, atraviesa el territorio de este a oeste. Sube a las crestas y desciende a los valles de los ríos Oja, Cárdenas, Tobía, Najerilla, Iregua, Cidacos, Leza, Linares y Alhama que nutren la cuenca del Ebro. Bordea las sierras de la Demanda, Cebollera y de Cameros uniendo el paisaje cantábrico de Ezcaray con el mediterráneo de Cornago. La diversidad de sus paisajes y la historia de los pueblos por los que pasa le dan un gran interés ecológico y cultural.

He visitado La Rioja con mis dos bicicletas de montaña, la de siempre y la eléctrica. Algunos de los tramos de subida por el GR 93 son técnicos y empinados. Aunque se puede hacer con una bici sin motor, esto sólo estaría al alcance de los más atléticos. Por eso he optado por proponerte hacerlo aprovechando las ventajas que dan las e-bikes. Pero no te confíes, algunas etapas rozan el límite de la autonomía, así que si no la administras bien, podrías tener que pedir un enchufe para recargar en alguno de los pueblos.

He dividido los 189 kilómetros en 4 etapas, en las cuales se unen dos valles contiguos a través de collados que dan acceso a la siguiente cuenca. Ezcaray, Anguiano, Ortigosa de Cameros, Laguna de Cameros, San Román de Cameros, Munilla, Enciso, Cornago, Cervera del río Alhama o Valverde son los principales núcleos de población donde encontrar hospedaje y servicios.

En mi opinión, la mejor opción para llegar a Santo Domingo de la Calzada y volver desde Valverde es acordar con alguien el transporte en vehículo particular. Un amigo o familiar que no haga la travesía y quiera disfrutar sin prisa enlazando cada etapa por carretera. También puedes llegar a Santo Domingo en autobús desde Haro o Logroño, a los que se puede llegar en tren desde Madrid, Zaragoza o Pamplona. Desde Valverde puedes abordar el autobús que une Pamplona y Soria, desde donde podrás conectar con más medios.

Las mejores épocas para atravesar los bosques tupidos, contemplar los castillos de Cornago o Cervera del Río Alhama desde lo alto y fluir con la bici por los estratos de las sendas rocosas son final de primavera y principios de otoño, cuando las temperaturas son más amables y el riesgo de precipitación más bajo. En la mayoría de los pueblos hay opciones de alojamiento y avituallamiento. En los que son inicio y final de etapa suele haber alojamientos rurales o albergues. En San Román de Cameros te recomiendo especialmente el Molino del Corregidor, un antiguo molino de grano reconvertido en una casa rural muy acogedora y tradicional.