Las grandes peregrinaciones han funcionado a lo largo de la historia como ingentes corredores culturales y comerciales. En el equipaje y las cabezas de los peregrinos, los bienes, las ideas y las noticias han dado la vuelta al mundo. El Camino de Santiago, cuyas vertientes estuvieron siglos bajo dominio musulmán, fue la vía de entrada a la península del románico, el primer arte cristiano europeo.

En los siglos X, XI y XII, en lo que actualmente es la provincia de Soria, se extendía a ambos lados del Duero la convulsa frontera entre los fieles de Cristo y los de Mahoma. Al abrigo de la fortaleza califal de Gormaz, la más grande de Europa en su momento, se encuentra la pequeña ermita de San Miguel. Humilde y austera en el exterior, este precioso reducto de la fe cristiana en territorio musulmán, conserva maravillosos frescos milenarios del románico mozárabe que dejaron constancia de los usos y creencias de su congregación.

Aun así, este templo no es único. Durante la reconquista se repoblaron las tierras y el románico se extendió prósperamente por toda Soria. Espectaculares portadas con figuras talladas en roca, arquivoltas, frescos, columnas, capiteles, bóvedas y torres románicas se esconden entre los monumentos naturales de la sierra Cebollera, las faldas del Moncayo, el cañón de río Lobos o la reserva de la biosfera de los valles del Leza, Cidacos, Jubera y Alhama; los ríos Duero, Tera y Piqueras y por la estepa castellana. Este es el tesoro románico de Soria.

Hoy en día, las tierras de frontera están de nuevo muy despobladas. Algunas de las iglesias están en ruinas, pero resisten después de siglos como parte de un paisaje impresionante. ¿Qué mejor excusa que descubrirlas para perderte con tu bici de montaña por las maravillas naturales sorianas?

La propuesta turística oficial ofrece una red de puntos dispersos en el mapa para que los interesados los enlacen en coche. En mi afán de viajar lento y recorrer los paisajes a golpe de pedal, he diseñado un recorrido integral por el inventario románico de esta espectacular provincia. Cerca de 600 kilómetros, divididos en 10 etapas, que en forma de ocho, hacen un recorrido con inicio y final en la capital provincial.

El recorrido te lleva por todos los paisajes posibles que cubren estas tierras. La estepa cerealera, el páramo, la media y alta montaña. También ruedas por muchos tipos de vías diferentes, principalmente por pistas de tierra, pero también te esperan tramos de sendas de cuento y muy poco asfalto.

Las distancias y desniveles de las etapas vienen determinadas por la disponibilidad de alojamientos, en la descripción de cada una te dejo los detalles. Sin embargo, puedes configurar esta aventura a tu medida. Lo ideal es pedalear sobre una bicicleta ligera de doble suspensión. Esta montura te permitirá rodar a buen ritmo por las pistas llanas y divertirte con seguridad en las sendas. Hazle una puesta a punto y lleva repuestos y herramientas suficientes, ya que no hay muchas posibilidades de encontrar un taller.

Durante esta aventura pasas por muchos núcleos de población, pero la mayoría son caseríos sin servicios, por lo que cargar con suficiente agua y comida para cada jornada es indispensable. Vístete con el sistema de capas y lleva un par de mudas de ropa si decides hacer el recorrido entero del tirón.

Soria es famosa por su gélido invierno, sin embargo, la primavera y el otoño son maravillosos. Solo te recomiendo evitar los días de lluvia, ya que puedes encontrar barro de arcilla en las zonas bajas. En verano también puedes rodar por aquí, pero en la llanura el sol es inclemente y debes tomar precauciones extra. Revisa la previsión del tiempo y escoge los días más templados y con menos viento.

Y por último, ten tu cámara de fotos a mano y no dudes en agregar tus imágenes a los highlights o crear nuevos, así pueden inspirar a otros usuarios de komoot a disfrutar lo mismo que tú descubriendo a pedales el románico de Soria y sus bellezas naturales.