Te invito a conquistar Castilla y galopar a lomos de tu montura a través de las tierras por las que Rodrigo Díaz de Vivar libró las batallas que inspiraron poemas y el Cantar de Mio Cid. Durante cinco etapas recorrerás las tierras del Duero y el Arlanza y las fortalezas que acogieron a caballeros y guerreros durante las luchas geopolíticas y religiosas que marcaron la Edad Media en la península ibérica.

Esta Colección pretende llevarte por el Camino del Cid en su etapa temática de El Destierro, que cubre 291 de los 1485 kilómetros totales del camino hasta Alicante. El recorrido del Destierro inicia en Vivar del Cid y termina en Atienza, que es donde estaba la frontera medieval entre los reinos de Castilla y Toledo cuando Rodrigo fue desterrado de Castilla.

La Ruta pasa por lugares de gran importancia en la historia castellana y especialmente cidiana. Por un lado están las fortalezas que jalonan la ribera septentrional del Duero, en Soria. La más importante de todas, el castillo de Gormaz, antigua fortaleza califal de la que el propio Cid fue alcaide y desde la que luchó contra los moros luego de que estos hubieran atacado Gormaz, en la frontera. El Duero fue durante años frontera natural de los reinos, de ahí su alta concentración de fortalezas y atalayas como las de Langa de Duero, Berlanga de Duero y Castillejo de Robledo.

El recorrido también tiene un importante componente religioso ya que te lleva por el monasterio de San Pedro Cardeña. Allí el Cid dejó a sus hijas y a Jimena durante su destierro, y allí también reposaron sus restos antes de su traslado a Burgos. Asimismo pasas por la abadía benedictina de Santo Domingo de Silos, del siglo X, cuyos monjes continúan la tradición de los cantos gregorianos que les llevó a ganar tres discos de platino.

El trazado también te lleva por poblaciones emblemáticas de Burgos y Soria como Covarrubias, San Esteban de Gormaz y el Burgo de Osma, cuyos conjuntos históricos bien conservados son dignos de una parada. Además te sumerge en grandes espacios naturales como el sabinar del Arlanza y la Yecla, donde está el desfiladero de la Yecla, una garganta horadada en la caliza por el agua sobre la que vuelan los imponentes buitres.

Las mejores temporadas para recorrer esta Ruta épica son la primavera y el otoño, ambas estaciones tienen las temperaturas más amables para las aventuras a pedal. Las noches y mañanas suelen ser frescas y los días cálidos por lo que es importante que escojas bien las prendas que usarás durante el día en la bici y por la noche en las paradas.

Con una bicicleta de montaña de suspensión delantera te será más que suficiente para recorrer con comodidad todo el GR 160. En esta sección de El Destierro no hay grandes obstáculos y la mayoría de las vías son caminos de tierra o carreteras estrechas asfaltadas sin tráfico.

Tanto en Vivar del Cid como en Atienza tienes estaciones de autobús si decides no usar el vehículo particular como medio de transporte. Cada una de las etapas termina en una población que cuenta con establecimientos de hospedaje y restauración. Y recuerda que en cualquiera de las localidades del camino puedes obtener el salvoconducto que puedes sellar en los establecimientos asociados para que al final de esta Ruta épica guardes un recuerdo de la conquista que hiciste tras los pasos de El Cid Campeador.