Ha llegado el buen tiempo y te apetece salir a pedalear con tus hijos. Si nunca lo has probado, no te preocupes: esta aventura te ofrece la posibilidad de ir en bicicleta en familia, con infraestructuras seguras, paisajes agradables y alojamientos a lo largo de todo el recorrido.

Para mí, estos kilómetros fueron una oportunidad para llevar a nuestra hija de casi tres años a dar sus primeros paseos sola en bicicleta. Las etapas son relativamente cortas, de menos de 30 kilómetros. En mi opinión, es la distancia ideal para disfrutar de unas jornadas de ciclismo sin estrés con tus retoños.

Aunque el inicio del viaje está fuera de los itinerarios ciclistas señalizados, el recorrido propuesto es poco transitado y no presenta apenas dificultad. Tras llegar a Saint-Sever el primer día, puedes pedalear por la vía verde de Chalosse, señalizada y aislada del tráfico rodado durante la mayor parte del trayecto.

Mont-de-Marsan es una ciudad bien conectada por TER, con numerosos comercios por si necesitas aprovisionarse antes de partir. Rápidamente, se deja la región de Tursan y se entra en Chalosse, uno de los paisajes más bellos de las Landas en mi opinión. Es una zona rural repleta de granjas que venden productos locales. Terminarás en Dax, ciudad balneario famosa por sus magdalenas. Puedes volver a casa desde la estación, que tiene trenes regionales y TGV.

Una bicicleta de paseo, de montaña o de gravel es ideal para esta Colección. Los tramos de la vía verde de Chalosse son de grava compacta, por lo que no son ideales para bicicletas de carretera.

Entre Saint-Sever y Dax encontrarás numerosos campings y todo tipo de alojamientos. Como las distancias son relativamente cortas, hay muchos minimercados, granjas y otros puntos de avituallamiento durante la Ruta. Esta aventura puede disfrutarse desde la primavera hasta el otoño.