Las Vegas de Madrid es una comarca del sureste de la capital que se extiende por los cauces de los ríos Tajo, Tajuña y Jarama. Sus valles, campos y páramos esconden tesoros en forma de palacios reales, castillos medievales, plazas mayores cinematográficas, fértiles campiñas, cortados y humedales.

Si te dejas llevar por sus pistas de tierra, encuentras una aventura difícil de creer a menos de una hora del centro de Madrid. El recorrido es digno de las travesías de gravel más famosas de Europa. Las vías que transita son de polvo blanco, como de arcilla y yeso, parecidas a las calles blancas de la conocida carrera italiana“Strade Bianche”. Cada año se organiza una marcha por Las Vegas como homenaje a este monumento del ciclismo profesional.

El paisaje y el patrimonio tampoco tienen nada que envidiar a las grandes comarcas del continente. La Ruta es circular, nada más y nada menos, que desde el palacio real de Aranjuez. Una de las joyas de la monarquía española declarada patrimonio mundial por la Unesco. Además, pasa por los castillos de Fuentidueña de Tajo y Villarejo de Salvanés, el palacio renacentista de Goyeneche, en Nuevo Baztán, y plazas mayores de Chinchón y Colmenar de Oreja.

En el apartado natural, las vegas de los ríos albergan grandes extensiones cultivadas con todo tipo de variedades que tapizan el horizonte con sus colores estacionales. Los bosques de ribera exhiben frondosos ejemplares y, en las zonas altas de secano, prosperan los olivos, viñedos y cereales.

¿Te apetece recorrer todos estos tesoros? Tienes por delante unos 280 kilómetros, de los cuales apenas 41 ruedas por asfalto, con cerca de 2500 metros de ascensión. He dividido el recorrido en cuatro etapas que te permiten pedalear a buen ritmo mientras disfrutas de cada monumento, pueblo y paraje. Cada jornada termina en una población donde puedes disfrutar de una variada oferta gastronómica y de hospedaje.

El verano es muy duro por estas tierras. Así que lo mejor es que escojas los días secos de primavera y otoño para recorrer Las Vegas. En estas temporadas las temperaturas son templadas y las pistas tienen menos barro. En invierno también es factible circular por aquí, pero es mejor evitar los días de heladas y viento.

Con una bici de gravel, ligera y con neumáticos rodadores, vas a volar y disfrutar por cientos de kilómetros de pistas solitarias. Recuerda llevar algunos repuestos y herramientas que te permitan solventar cualquier imprevisto. En el camino pasas por poblaciones que tienen tiendas de ciclismo: esta comarca es famosa por sus carreteras. También puedes viajar ligero de equipaje. En el recorrido hay infinidad de servicios para casi todas las necesidades. Solo es indispensable la crema solar, pues en las vegas hay poca sombra.

Tanto por la distancia como por el desnivel de las etapas, esta aventura es asequible a los ciclistas que salgan regularmente y tengan cierta experiencia. No es necesario estar en perfecta forma física. Cualquiera que tenga ganas de conocer sitios interesantes y rodar por las entrañas de la Comunidad de Madrid puede completar esta travesía y disfrutar al máximo.

El recorrido empieza y termina en la estación de Cercanías de Aranjuez, a la que es muy fácil llegar desde el centro de Madrid. Puedes meter la bici en el tren sin problemas.

Y por último, no olvides tener a mano cualquier dispositivo de captura de imágenes. Las Vegas de Madrid están llenas de tesoros por inmortalizar. ¡Disfruta!