Grosseto, la más meridional de las provincias toscanas, es quizás la menos seleccionada como destino ciclista. La vecina ciudad de Siena, con sus famosas Strade Bianche, (komoot.com/collection/1918078), atrae más el interés de quienes desean pasar unos días en la Toscana. Pero la región de Grosseto, una de las menos pobladas de Italia, tiene un encanto inesperado que seguro que te sorprende.

Su centro urbano, completamente rodeado de murallas construidas en el siglo XVI y que permanecen intactas en su mayor parte, alberga numerosos tesoros. Esta tranquila ciudad cuenta con una gran riqueza artística, cultural, vinícola y gastronómica. Al estar bien comunicada con la costa del Tirreno tanto por ferrocarril como por autopista, es el punto de partida ideal para un viaje en bicicleta y para descubrir la Maremma.

Te recomiendo viajar hasta Grosseto en tren, con la línea Livorno-Roma. En coche, puedes llegar por la Via Aurelia o por la autopista A12.

Al desarrollarse a escasa altitud, no te aconsejo que vayas en verano, pues las temperaturas son extremas. Las mejores estaciones para explorar la Maremma son la primavera y el otoño. Como la Ruta transcurre íntegramente por asfalto, lo ideal es una bicicleta de carretera.

No todos los municipios por los que pasa el itinerario son destinos turísticos conocidos, así que reserva tu B&B u hotel con cierta antelación. Si, por el contrario, tienes intención de acampar, encontrarás muchos rincones en casi toda la Maremma. Hay zonas poco pobladas y completamente libres de contaminación acústica y lumínica, por lo que prometen noches ideales.

Si lo que buscas es un viaje diferente y fuera de los caminos turísticos, esta es tu aventura.