Colección de cicloturismo de Alvaro Hernandez
6
días
3-5 h
/ día
381 km
3.020 m
3.470 m
Hasta el siglo XVIII, salvo por las calzadas romanas, la mayoría de las vías de comunicación eran caminos estrechos por donde se podía pasar andando o a lomos de algún animal. Además, dado que la población general no se desplazaba mucho más allá de su lugar de nacimiento, el uso de los caminos se limitaba a las clases pudientes, los militares, los peregrinos y los comerciantes. En España, la mayoría de estos caminos se denominaba de herradura, es decir, que eran para el paso de caballerías, mulas, etc. La red principal estaba destinada a las postas del correo, un sistema donde los jinetes cambiaban de cabalgadura para mantener el flujo de la correspondencia.
El aumento del tránsito de vehículos para el traslado de personas y bienes, creó la demanda de vías aptas para estos nuevos medios de transporte. De este modo, bajo los reinados de Fernando VI y Carlos III, se emprendió el reacondicionamiento de las vías antiguas para la creación de los denominados caminos de rueda.
Y ¿cómo orientarse en la red? A través de la historia se han editado multitud de guías de caminos. Entre estas destaca el pionero Itinerario de Antonino, del siglo III, que era un mapa de las calzadas del Imperio romano. Los miliarios que marcaban las distancias tenían inscripciones con infinidad de indicaciones sobre servicios y distancia restante a cada destino.
En España, a lo largo de los siglos, hubo multitud de guías de caminos de herradura. En 1757, José Matías Escribano publicó la obra “Itinerario español o Guia de caminos para ir desde Madrid à todas las ciudades y villas más principales de España; y para ir de unas ciudades à otras : y à algunas Cortes de Europa”. El libro incluía una gran cantidad de detalles como el tipo de camino, vías secundarias que se ramifican de las principales, localidades de paso y servicios disponibles. Además, contaba con índices donde podías buscar por localidades o por camino. Este komoot del siglo XVIII tuvo tal éxito que se imprimieron, al menos, seis ediciones.
Una de las vías más importantes ha sido tradicionalmente la que une Madrid y Zaragoza. La guía de Escribano describe dos itinerarios diferentes entre las dos ciudades. Uno es el que se usa actualmente y que pasa por Calatayud. El otro, que se encontraba en mejor condición al momento de la edición, se desvía en Maranchón hacia Daroca para seguir por Cariñena y, desde ahí, a la capital del Ebro.
Te invito a recorrer en una aventura de seis etapas los cerca de 380 kilómetros del Camino Real de Aragón por el que pasaron los reyes Felipe II, Carlos II, Felipe V y Carlos IV. El itinerario pasa por todos los puntos transitables listados por Escribano en su guía. Aunque algunas partes del trazado se han perdido, el recorrido es lo más fiel posible al original. En esta Ruta pasas por las antiguas ventas, actualmente en ruinas, que aparecen en medio del campo como fósiles de otro tiempo pasado. También te encuentras fuentes históricas donde se han abrevado viajantes y bestias. Además, desciendes hacia Daroca por el antiguo puerto de Balconchán, que se construyó para este trazado.
La travesía recorre pistas de tierra, algunos tramos de carreteras nacionales o secundarias y las calles propias de los grandes núcleos urbanos, sobre todo entre Madrid y Guadalajara, además de al final en Zaragoza. De este modo, una bici de gravel con unas buenas gomas rodadoras son la montura ideal para recorrer esta vía histórica. Todo lo que necesites te cabe en unas pocas bolsas de bikepacking.
Las ciudades de origen y destino apenas necesitan presentación y están muy bien comunicadas por medios de transporte de última generación. Las localidades de paso cuentan con diversos servicios, pero en general en cada etapa cuentas con ventas para avituallarte y alojamientos para dormir.
Los días secos de primavera y otoño son ideales para pedalear entre Madrid y Zaragoza. En estas épocas puedes rodar con temperaturas agradables. Es importante que revises la previsión del tiempo, ya que muchos tramos discurren por terreno arcilloso que se vuelve impracticable cuando está húmedo. En invierno hace bastante frío y el verano es muy caluroso.
Disfruta del privilegio de pedalear por uno de los primeros caminos de rueda de España guiado por el conocimiento de José Matías Escribano.
¿Te gusta esta aventura? Personalízala a tu gusto usando como base esta plantilla de la Ruta completa.
Última actualización: 18 de abril de 2024
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Entre Guadalajara y Torija, pedaleas…
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En la tercera etapa continúas rodando paralelo al trazado de la carretera A 2. Un tramo circula pegado a la vía del tren que cubre el mismo trayecto. De este modo se hace obvio que el Camino Real de Aragón discurría por los corredores naturales más asequibles.
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